El bautismo en agua simboliza la confianza total del creyente y su plena dependencia en el Señor Jesucristo, así como un compromiso para vivir en obediencia a Él. También expresa la unidad con todos los santos (Efesios 2:19), es decir, con cada persona en cada nación de la tierra, que es miembro del cuerpo de Cristo (Gálatas 3:27-28). El bautismo en agua expresa esto y más, aunque el agua no es lo que nos salva. Por el contrario, somos salvos por gracia mediante la fe, no por obras (Efesios 2:8-9). Somos bautizados porque nuestro Señor lo ordenó: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19).
El bautismo en agua es para los creyentes. Antes de ser bautizados, tenemos que creer que somos pecadores y que necesitamos de la salvación (Romanos 3:23). También debemos creer que Cristo murió en la cruz para pagar por nuestros pecados, que fue sepultado y que resucitó para asegurar nuestro lugar en el cielo (1 Corintios 15:1-4). Cuando nos volvemos a Jesús, pidiéndole que perdone nuestros pecados y que sea nuestro Señor y Salvador, nacemos de nuevo por el poder del Espíritu Santo. Nuestra salvación eterna está garantizada, y comenzamos a morir a nosotros mismos y a vivir para Cristo (1 Pedro 1:3-5). En ese momento y de acuerdo a las Escrituras, estamos preparados para ser bautizados.
El bautismo en agua es una hermosa imagen de lo que nuestro Señor ha hecho por nosotros. Puesto que estamos completamente sumergidos en el agua, se simbolizan la sepultura con nuestro Señor; somos bautizados en Su muerte en la cruz y ya no somos esclavos de nuestra naturaleza o nuestro pecado (Romanos 6:3-7). Cuando salimos del agua, somos resucitados simbólicamente, levantados a una nueva vida en Cristo para estar con Él para siempre, nacidos en la familia de nuestro amoroso Dios (Romanos 8:16). El bautismo en agua ilustra también la limpieza espiritual que experimentamos cuando somos salvos; así como el agua limpia la carne, de igual manera el Espíritu Santo purifica nuestros corazones cuando confiamos en Cristo.
Los cristianos deben ser bautizados como resultado de la obediencia y por amor a nuestro Señor Jesucristo (Juan 14:15). El bautismo en agua por inmersión, es el método bíblico del bautismo por causa de su representación simbólica de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.